Esta cocción ha sido con ayuda de mi mujer, nunca ha tenido la ocasión de ver y colaborar con migo y creo que tiene un bonito recuerdo.
La cocción se desarrollo con normalidad, cerca de 24 horas y con un calentamiento largo han hecho que salgan cosas interesantes.
En esta he intentado cocer sin pirometro y aunque tengo uno de baja no le hacia mucho caso, para las próximas no lo voy a utilizar. Nos hacemos dependientes de los pirómetros electrónicos, nos hacemos siervos de sus "perfectas mediciones" y dejamos de sentir la voz del horno o nunca las escuchamos por estar centrados en la pantalla de rojos números.
Cuando dejas de mirar al pirometro (aparato que mide la temperatura) las preguntas se te amontonan, estará subiendo, no lo hará me bajará la temperatura.... una sensación de nervios y de estar perdido en un inmenso desierto te inundan involuntariamente. Pero pronto sientes sus señales, el horno está vivo es un ser con respiraciones, tu te conviertes en su cuidador, debes de alimentarle correctamente para que crezca, el color de las llamas, el color del humo, el olor y el sonido guiaran tus pasos. Cuando hay que cargar mas leña? escucha sus voces ( color atmosférico de la llama, cuando deja de salir el humo, sonido que hace al quemar la leña y el olor )te dicen cuanto tiempo has de esperar hasta la siguiente carga. Un sexto sentido se desarrolla con el paso del tiempo, no desesperes, analiza, escucha, piensa. Cada horno es un mundo pero todos están dentro de un solo mundo la comprensión.
Algunas piezas de esta cocción.